Jesús, qué bueno eres.
Solo quieres
cuidarme,
solo quieres que siga el camino correcto,
solo quieres que sea muy feliz.
Y yo muchas veces me olvido de ti.
Prefiero no hacerte caso.
Pero tú me has dado
muchas cosas,
a muchas personas que
me recuerdan que me quieres con locura.
¡Gracias Jesús por que has dado tu vida por mí!