Buenos días Señor,
Hoy queremos darte las gracias por nuestro cuerpo.
Gracias por haberme dado un cuerpo que se mueve,
que late,
que está vivo,
que se emociona,
que siente,
y que es capaz de amar.
Señor, ¡ayúdame a calmar mi cuerpo cuando esté inquieto. Cuando estoy en calma construyo la PAZ!